Enamorados siempre, Lugo
Enamorados siempre!
Tenemos la costumbre de centrar el enamoramiento en otra persona, cuando lo cierto es que podemos vivir enamorad@s siempre de todo lo que nos rodea.
Esto me pasa a mí cada vez que visito Lugo, esa ciudad gallega con gran potencial turístico. La muralla se mantiene altiva e imponente y, cada vez que paseo por ella, es para mí indispensable cruzar por la puerta de Toledo, callejear por su casco histórico y degustar su gastronomía.
Antes de entrar por esta puerta, en la plaza Comandante Manso, he descubierto La Antigua Botica. Un concepto de floristería distinto, con influencias centro europeas pero sin perder la esencia de lo cercano, el trato personal y amable. Entramos en un local con más de cien años, se aprecia en el mosaico del suelo, la estructura del espacio, el ambiente. Huele a flores pero huele a todo lo que te envuelve para enamorarte nada más entrar.
La historia de una pareja que apuesta por la novedad, las tendencias y el estilo sin perder de vista lo tradicional y artesano, la autenticidad del trabajo hecho con amor y cariño.
Más adelante, ya en el casco antiguo, me encanta desayunar o tomar un corto en un lugar con solera por los años que lleva al pie de la plaza de España. Es el Café del Centro, abierto en 1903 como Café moderno. Un establecimiento que ha conseguido llegar hasta nuestros días con ese aire de tranquilidad donde disfrutaron de grandes tertulias y rodajes de películas como El rey del río, La Vieja Música y el paso de actores como Anthony Quinn.
Ya sólo es cuestión de vivir, estar atento a tus sentidos y caminar por las calles, por la muralla, conocer a sus gentes, escuchar… es una auténtica maravilla.